Y, de repente, llega el día en el que echas la vista atrás y te das cuenta de que te has convertido en todo lo que odiabas, en todo lo que juraste no ser jamás. Frente a esa persona desconocida, te peguntas cómo has llegado hasta ahí y hacia dónde te llevará. Y, en ese peciso instante, tu mundo empieza a desmoronarse...
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