Hace días que no consigo dormirme por las noches, no dejo de acordarme de ti y de todo lo ocurrido, tal vez porque jamás hubo una explicación para todo ello. No se de quien fue la culpa, pero todo fue demasiado deprisa, tanto el principio como el fin, fueron 9 meses de alti-bajos, y para ser totalmente sincera no se si en una balanza predominarían los momentos buenos o los malos. Lo único que se es que me hubiese gustado que las cosas fueran distintas, me hubiese gustado vivir una historia feliz a tu lado, pero no fue posible...
Ahora, después de casi 2 meses sin saber de ti, debo confesarte que te extraño, que cuando salgo, tóntamente te busco entre la gente aunque sea sólo para verte de lejos y ni siquiera saludarnos. Lamento que mi sueño se desvaneciera de aquella manera, porque juro que hize todo lo que podía o incluso más para que las cosas fueran bien, no imaginas las ganas que tenía de estar a tu lado. Pero, muy a mi pesar, mi ilusión poco a poco fue muriendo y no tuve fuerzas para intentar detenerte, pensé que tal vez un adiós sería la solución adecuada... Todavía no se si fue lo correcto, pero si algo tengo claro es que no fue ni la forma ni el lugar para hacerlo.