R.

Tras un mágico fin de semana a su lado, ella se siente feliz, le encantó pasar tanto tiempo a su lado, sentir sus caricias al dormir, despertar en sus brazos, ver amanecer en sus ojos... Su sueño hecho realidad. Cada mañana deseaba que el tiempo se parase y no tener que marcharse jamás, poder quedarse con él durante horas y horas, abrazados, hablando de todo, sintiendo su calor...
Pero desgraciadamente su perfecto fin de semana acabó, la semana volvió a empezar y con ella renacieron todas sus dudas "¿Me llamará? ¿Qué pasará la próxima vez? ¿Qué siente por mí? ¿Me estoy haciendo ilusiones?" Tiene miedo, desde que se conocieron hace ocho meses su intensa relación de "amor-odio" basada en la inseguridad la desconcierta, el temor a no saber si existirá un mañana a su lado...
Él la hace sentir viva, entre risas y lloros, amor y odio, seguridad y miedo, una mezcla de sentimientos que ella no conocía, un mundo nuevo que descubre a su lado en el que cada encuentro es mágico, distinto e imprevisible... Ella siente cómo sus sentimientos van creciendo, cada mirada, cada beso, cada abrazo, cada susurro, lo es todo para ella, su mundo se llena de magia e ilusión, todo pasa a ser perfecto por el simple hecho de compartirlo con él.
Su único sueño, que algún día él sienta lo mismo, y su único temor, que eso jamás ocurra...