Una parte de mí ha tratado de converncerse a sí misma, durante tus meses de ausencia, que en realidad no te necesitaba, que fuiste uno más y que ya dejaste de ser. Mientras la otra parte, en silencio, deseaba que llegaras cualquier noche y que me dieras ese abrazo que llevaba tanto tiempo esperando... Y al fin llegó ese día, el sábado, apareciste, me hablaste, me abrazaste, me besaste, no podría decirte lo que sentí, porque nisiquiera yo misma lo se, lo único que tengo claro es que muy a mi pesar aquel sentimiento de hace unos meses volvió a resurgir en mi interior, toda la ilusión que había ido perdiendo noche tras noche durante esa eterna espera...
Y hoy, al recibir tu mensaje se me cayó el mundo encima. Te vas... y esta vez no es por una de nuestras discusiones, ni por temor a encontrarnos, no, esta vez te vas de verdad. La verdad es que como ya te dije deseo que cambies de opinión y que te quedes, no espero nada de tí, nada de nosotros, pero si te vas te extrañaré tanto, y el saber que esta vez es la definitiva me hunde en un mar de lágrimas...
"Se que me dijiste que el amor existe y su poder hace lo que sea, que cambie el destino y quédate conmigo porque no soporto la idea..."
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