Qué les pasa a los hombres

A las chicas nos enseñan muchas cosas desde pequeñas, si un chico te incordia es que le gustas, asi algún día conocerás a un hombre maravilloso y tendrás tu propio final feliz..
Cada película que vemos, cada historia que nos cuentan, nos pide que creamos en ellas. El giro al final de la historia, la declaración de amor inesperada, la excepción a la regla; pero a veces estamos tan obsesionadas por encontrar nuestro final feliz que nos olvidamos de leer las señales, las que diferencian a los que nos quieren de los que no, a los que se quedaran de los que se irán, y es posible que ese final feliz no incluya el hombre ideal, puede que seas tú recomponiendote y volviendo a empezar, liberandote para algo mejor que puede haber en tu futuro.
Puede que el final feliz sea simplemente, pasar página.
O puede que el final feliz sea este, saber que a pesar de todas las llamadas no devueltas, de todos los desengaños, las meteduras de pata y las señales malinterpretadas, a pesar de todo el dolor y el bochorno, nunca perdiste las esperanzas.

Una chica nunca se olvida del primer chico que le gustó, aunque la cosa no saliera del todo bien...
pero siempre hay alguien que te ofrece un poco de ayuda...
- "dice que huelo a caca de perro"
- "Cariño, sabes por qué te a dicho ese niño todas esas cosas horribles??, es porque le gustas."

Ahí esta, ahí es donde empieza nuestro problema.

-" ese niño te ha dicho esas cosas horribles porque está enamorado de ti."

sabes que significa eso? que nos convencen, nos programan para creer que si un chico se porta como un capullo, significa que le gustas.

"sabes cual es el problema? le gustas demasiado,eres muy guapa y muy interesante es mucho para él".
"esta loco por ti, seguro que ha perdido tu número".
"no te invita a salir porque le intimida tu éxito profesional".
"no te invita a salir porque esta asustado por tu madurez emocional".
"creeme, lo hace porque ese hombre nunca ha tenido una relación seria".

Por qué nos decimos estas cosas unas a otras? puede que sea porque nos da mucho miedo y es demasiado duro admitir la evidencia que tenemos delante de nuestras propias narices.